Señor presidente de la Cámara de Diputados, Bufete directivo, diputados/as, pueblo dominicano.
En este turno hablaré desde tres perspectivas; como diputado, como presidente del partido Frente Amplio y como ciudadano que seré a partir del 15 de agosto de este año.
El domingo 19 de mayo, los dominicanos votaron y decidieron quiénes van a dirigir nuestro país durante los próximos cuatro años.
Nuestras elecciones fueron tranquilas y pacíficas, y creo que los dominicanos dieron al mundo una lección de democracia y civismo. Poco después de conocerse los primeros resultados, los líderes de la oposición reconocieron su derrota y felicitaron a los ganadores. Esa madurez democrática es sin duda algo de lo que debemos sentirnos orgullosos.
Todos debemos que dar las gracias a quienes trabajamos tan duro para que las elecciones estén tan bien organizadas.
La JCE, los servicios de seguridad, la sociedad civil y todos los partidos políticos y sus candidatos. Ha sido un increíble esfuerzo democrático y un ejemplo para el mundo.
Las elecciones son una dura batalla y un intercambio de ideas para nuestro país. Pero cuando los votantes terminan de hablar, todos somos dominicanos y debemos y vamos a trabajar juntos por el país que nos merecemos.
Quiero sumarme a las felicitaciones a los ganadores de las elecciones, al presidente reelecto, Luis Abinader, así como a los senadores y diputados que estarán al frente de nuestro país por el período 2024-2028.
En mi lectura, los electores reafirmaron la lucha contra la corrupción y la impunidad; este es el resultado electoral de las grandes manifestaciones de marcha verde, hay que seguir vigilando, hay que profundizar los procesos de investigación, tanto del pasado como del presente, para la defensa del patrimonio público.
Los electores no valoraron mi trabajo en la Cámara de Diputados, y no votaron por los candidatos/as en la boleta del Frente Amplio en todo el país, quienes representaban mi candidatura de Diputado Nacional.
Me voy tranquilo, con la certeza de haber cumplido con lo que creí era correcto, también me voy a reflexionar para seguir la senda que construya mejor el futuro de todas las personas de esta tierra, con ellos mis hijos, nietas y compañera de vida, mi familia.
Tendré más tiempo para compartir con ellos, cocinar, ayudar en los quehaceres del hogar (porque efectivamente lo hago y con orgullo), también tendré más tiempo para leer y escribir, algo que me apasiona.
Trabajar en el Congreso ha sido realmente un honor y una alegría. Tuve la oportunidad de conocer a dominicanos de todos los ámbitos de la vida y siempre atesoraré esta experiencia.
Mis agradecimientos a los diputados y diputadas por el apoyo y el conocimiento brindado y siempre prestos para orientarnos.
Mis reconocimientos y gratitud al Presidente la Cámara Alfredo Pacheco, y maestro de la conducción de masas parlamentarias, con una sapiencia natural, un hombre que reconozco que practica la democracia, respeta los acuerdos y concilia las diferencias. A Máximo Castro, quien con por su sabias palabras me alertó en quién creer en política.
A los empleados de la Cámara de Diputados, a todos sin excepción, no se sientan mal si menciono a Gruby, Ivon, Adriana y Emilio, este es un personal extraordinario, agradable, dispuesto y sonriente, da gusto venir al Congreso, los quiero.
Quiero que me digan si puedo contar con ustedes porque ustedes pueden contar conmigo.
En estos meses que me quedan, seguiré trabajando con la Fiscalización de la ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, además del tema penitenciario y la ley de la DNI.
Esta en mi despedida, porque tengo la firme e invariable decisión de no volver al Congreso Nacional como diputado.
En otros lugares reclaman mis modestos concursos para seguir construyendo más democracia, más igualdad, y equidad, para seguir combatiendo la corrupción y fortalecer la institucionalidad a la vez que lucho por un país más justo, con mayor distribución de las riquezas, así como por la defensa de los derechos humanos para todos y todas.
II
Mi mandato en el Congreso concluirá el 15 de agosto, Mi organización política y yo no recibimos el apoyo que esperábamos de los dominicanos. Reconocemos nuestra derrota y asumo toda la responsabilidad. Los votantes han hablado y tenemos que reflexionar sobre nuestra pérdida y así lo haremos.
Como presidente del Frente Amplio, asumo la responsabilidad de la derrota electoral que hemos sufrido, nuestra organización política ha quedado en el hueso electoral, como diría el compañero Manuel Salazar.
El mayor responsable de esa situación es su presidente, es decir este servidor, sería una irresponsabilidad que el principal conductor vea esos resultados como si no ha pasado nada, así no se actúa en una política responsable, hemos tenido un mal desempeño electoral como nunca antes en la historia de nuestra organización, eso nos conlleva a reflexionar profundamente, y para que esa reflexión sea sin sesgo, honesta, transparente y abordada de manera íntegra, renuncio de la Presidencia del Frente Amplio, para que otros vengan a darle carne electoral al partido.
Seguiré ahí apoyando y trabajando, no solo de la posición que me asignen en nuestra organización política, sino para que la Republica Dominicana se plantee la ruptura necesaria que nos conduzca por los caminos que nos indica la Constitución.
Debemos avanzar por la vía electoral para construir el país que Duarte y sus continuadores consecuentes soñaron.
Yo realizaré la parte que me corresponde como un simple soldado al pie del cañón y con la pólvora seca, y plantearé que la reflexión conlleva consultar a todos los sectores, dentro y fuera de mi organización política.
Llamar a todos los sectores a la unidad para transformar todo lo necesario.
Finalmente, como ciudadano volveré a mi espacio natural, a mis oficinas de la que renuncie desde el 2016, y seguiré en las calles, campos, barrios y plazas públicas, donde siempre reclamaré lo que establece nuestra Constitución, seré guardián popular de ella, del cumplimiento de la ley y de cualquier otra situación que el deber me llame.
Quiero informar que estamos de acuerdo con la modificación de la constitución, pero tiene que ser más allá del poner la independencia del Ministerio Público y ponerle el candado del que habla el presidente, es democratizar la economía con instrumentos claros de la distribución de la riqueza, y sentar la base constitucional para la eliminación definitiva de la pobreza, la desigualdad y la discriminación, y enrumbar a la República Dominicana hacia una potencia económica en el Caribe y en América.
Somos la séptima económica del continente, avancemos más, y ello es superar el autoritarismo, la concentración de la riqueza y de poder, quitarle poderes al presidente, entre otras reformas.
El Gobierno y su partido tendrán la mayoría en el Congreso, pero debe ser consciente de que ese mandato no es absoluto. De hecho, el 45% de los dominicanos no votó y eso debe ser una señal de preocupación para todos nosotros. El mundo es inestable. La crisis de Haití y los conflictos en todo el mundo nos obligan a estar alerta. La crisis climática está sobre nosotros.
Demasiada gente sigue en la pobreza. Nuestros jóvenes quieren marcharse a mejores pastos.
Permítanme recordarles a los que se quedan y a los que vienen, que aquí está la esencia de la democracia dominicana, de los poderes que consagra la constitución, este es el deliberativo porque aquí se expresa la soberanía de la nación, y cada decisión de este Congreso afecta a más de diez millones de seres humanos que vivimos en esta tierra, espero que legislen bien en favor de las grandes mayorías, yo haré mi parte fuera del Congreso.
Seamos vigilantes, para que la mayoría alcanzada por el partido actual se ponga al servicio de las grandes mayorías, se actúe sin privilegios y se legisle y gobierne conforme a la constitución y las leyes y que esta última sea para favorecer al pueblo.
Hagamos que los dominicanos se sientan orgullosos del trabajo que realizamos y estoy emocionado de trabajar con todos ustedes durante mis últimos meses en el Congreso y le deseo al Gobierno y al Congreso todo lo mejor para crear un país próspero para todos.
Y ahora, a trabajar por nuestra gente. Se lo merecen.
Muchas gracias.
Juan Dionicio Rodríguez Restituyo
Diputado Nacional