La situación se torna cada vez más conflictiva y fluctuante en la
vecina nación haitiana. Violencia recurrente, los ya tradicionales
secuestros, asesinatos a mansalva y una dictadura de pandillas
que rivalizan y ocupan la atención internacional. Pero ningún
organismo o potencia mundial hace nada por resolver el problema.
Perdón el lejano país de Kenia, ubicado en el costado Este de
África, ha ofrecido el envío de mil uniformados para establecer
una “Fuerza de Paz” en la depauperada vecina que compartimos
como isla.
Por Claudia Fernández
SANTO DOMINGO, RD.- El estrangulamiento
yugular a que ha sido sometido el pueblo haitiano, es fácil de entender.
Iniciando por la trata de esclavos en el siglo XV, hasta llegar a los
despojos del XVIII, lograr una independencia que se convirtió en puro
vasallaje al territorio limítrofe, es decir, nuestro país antes de la
Independencia y convertirnos en nación, ha sido una dura lucha.
Y después de despojar de todo lo material e inmaterial, las grandes
potencias aún continúan depauperando más a ese Estado catalogado
como fallido, diría yo frustrado por ambiciones que nadie puede entender.
¿Que busca la ONU y sus adláteres villanos? ¿Qué se esconde detrás de
todo un plan orquestado para terminar adueñándose de esa pequeña
nación, que solo exhibe al mundo una migración sin precedentes, y una
violencia sin límites?
Lo peor es que para esconder la cara, utilizan a la nación de Kenia, que no
acaba de salir de sus propios problemas, y ¡oh sorpresa! El Departamento
de Estado de Estados Unidos acaba de decir que apoya la “iniciativa”
keniana de enviar una fuerza policial de mil hombres, para enfrentar a
casi 8 millones de personas que viven en estado de sitio por la situación
imperante.
Mucho se habla, mucho se dice, lo cierto es que hay un plan internacional
para dejar a la pobre nación haitiana a la deriva, mientras se envían
pertrechos, ayuda militar, monetaria, de inteligencia a una Ucrania que va
saliendo poco a poco del poder Putiniano ruso, pero no mueve un dedo
para detener la violencia rampante que campea en cada rincón de Haití.
Así es muy bueno privar en que “somos los buenos y vamos a buscar
soluciones definitivas”. Claro, las mismas que desde 2004, con el envío de
los Cascos Azules de la ONU, igual que hicieron durante la intervención de
Abril, los super héroes de la película continúan depredando y saqueando
nuestras raíces y acomodando el juego de ajedrez a su favor, como si
pensaran que nadie les dirá ¡Jaque Mate!
¿Por qué en lugar de apoyar el envío de soldados africanos, no se
preocupan por solucionar los problemas que enfrenta la población
haitiana? Sencillo, la ONU y las potencias que la gobiernan apuestan al
fracaso de República Dominicana. O será una potencial fuente de uranio lo
que buscan. La respuesta no la tengo. Pero creo que la mira está puesta
en nuestra bella nación, Quisqueya la bella, República Dominicana. Es mi
humilde opinión.