Por: Félix Aguilera M.A.
Abogado experto en derecho penal
Los alegatos son una parte esencial del proceso judicial, desempeñando un papel muy importante en la presentación de un caso ante el tribunal. Su importancia radica en que no solo se trata de exponer hechos, sino de construir un argumento sólido que cumpla con tres objetivos fundamentales: informar, persuadir y convencer. Cada uno de estos objetivos está interrelacionado y contribuye a la efectividad del alegato en su conjunto.
El primer objetivo, informar, es la base sobre la cual se construye el alegato. Un litigante debe proporcionar al juez o tribunal toda la información relevante sobre el caso penal. Esto incluye no solo los hechos del mismo, sino también el contexto en el que se desarrollaron. La claridad en la presentación de la información es esencial para asegurar que los oyentes comprendan completamente la situación. Un alegato que carece de información precisa puede dejar a la audiencia confundida y poco convencida.
El segundo objetivo, persuadir, implica influir en las emociones y creencias del juez o jurado. Para lograr esto, el litigante debe utilizar un lenguaje que resuene con sus oyentes y que conecte con sus valores y experiencias. En el ámbito del derecho penal, esto puede incluir apelar a la justicia y la equidad. La persuasión no se trata solo de presentar los hechos; implica también apelar a la lógica y a las emociones. Un alegato persuasivo es aquel que logra crear una conexión emocional con la audiencia, lo que puede ser determinante en la decisión final.
El tercer objetivo es convencer, que va más allá de simplemente persuadir. Convencer significa lograr que el juez o tribunal adopte una postura favorable hacia el argumento presentado. Para ello, el litigante debe utilizar una combinación efectiva de hechos concretos, argumentos legales sólidos y pruebas irrefutables. La convicción se logra cuando los oyentes sienten que no solo han escuchado un buen argumento, sino que han sido llevados a aceptar como verdad lo que se les ha presentado.
Para cumplir estos objetivos, los alegatos deben incluir ciertos elementos esenciales. En primer lugar, los hechos son fundamentales; sin ellos, cualquier argumento carece de sustento. Los hechos deben ser presentados de manera cronológica y lógica para facilitar su comprensión. Además, es sumamente importante seleccionar aquellos hechos más relevantes que apoyen la posición del litigante y resalten las debilidades del argumento contrario.
El segundo elemento indispensable es el derecho. En el contexto del derecho penal dominicano, es vital referirse a las normativas legales pertinentes al caso en cuestión. Por ejemplo, el Código Procesal Penal de la República Dominicana establece en su artículo 1 que «la presente ley regula el proceso y establece la Primacía de la Constitución y los tratados». Asimismo, el artículo 3 establece los principios rectores del proceso penal, entre ellos el oralidad, publicidad, contradicción, celeridad, y concentración, debido proceso y el derecho a la defensa. Un alegato sin fundamento legal es como un edificio sin cimientos; no puede sostenerse por sí mismo.
Además, artículos como el 1 del Código Procesal Penal destacan la importancia de garantizar los derechos fundamentales de las partes involucradas en el proceso penal. El litigante debe demostrar cómo los hechos presentados encajan dentro del marco legal y cómo este apoya su posición. Referirse a estos artículos puede fortalecer significativamente un alegato al mostrar que se está actuando dentro de un marco legal claro.
Finalmente, las pruebas son el tercer elemento clave en un alegato efectivo. Las pruebas son lo que respalda las afirmaciones realizadas; sin ellas, los argumentos son meras opiniones. Las pruebas pueden incluir testimonios de testigos (artículo 194), documentos legales o evidencia física y peritajes (artículos 170, 204). Es vital presentar estas pruebas de manera clara y ordenada para maximizar su impacto.
En conclusión, un alegato exitoso es aquel que logra informar, persuadir y convencer al juez o jurado mediante una combinación efectiva de hechos, derecho y pruebas. La claridad e interés en la información presentada son fundamentales para mantener la atención del público y asegurar una comprensión completa del caso penal. Al dominar estos elementos esenciales y referirse adecuadamente al Código Procesal Penal de la República Dominicana, los litigantes pueden aumentar significativamente sus posibilidades de éxito en el proceso judicial.