¿Cuándo la acumulación de basura dejará de ser un problema social y ambiental en la República Dominicana? Obviamente, tras aplicarse régimen de consecuencias a través de severas sanciones y sometimientos a la Justicia de aquellos ciudadanos que diariamente violentan las leyes municipales.
¿Porque no existía acumulación de desperdicios sólidos en las calles durante la tiranía de 30 años de Trujillo? Está claro, que había temor ciudadano de violentar las normas municipales porque las consecuencias derivadas eran muy severas.
Ahora en el sistema democrático dominicano las cosas son distintas porque incluso y siendo un gran absurdo, los desperdicios esparcidos en las vías públicas, se han convertido en temas de campaña electoral. En algunos casos, se producen e incentivan desde litorales políticos tirar basuras a las calles para pretender afectar a las autoridades.
Hasta en manifestaciones públicas por reivindicaciones diversas sus promotores lanzan y bloquean calles y avenidas tirando excrementos al pavimento.
Es un drama vergonzoso que además de impactar negativamente en la imagen del país, dependiente económicamente del turismo como su principal fuente de divisas, también tiene efectos negativos en la salud y calidad de vida de los dominicanos y extranjeros que viven aquí.
No es posible que en este siglo XXI todavía estemos presenciando el cúmulo de desperdicios esparcidos en calles y avenidas, como uno de los principales problemas urbanos de la sociedad dominicana.
Si en verdad pretendemos ser un país moderno y atractivo en el mercado internacional, debemos primero priorizar en solucionar este grave problema que contradice y afecta los avances experimentados en las áreas económicas, industriales e institucionales.
Un paseo por los espacios urbanos de Madrid, España; Pyongyang, Corea del Norte, Orlando, en la Florida o la capital de China, Beijing, es una experiencia visual que recrea positivamente el alma del visitante.
En esas ciudades hay serias consecuencias para el ciudadano que lance desperdicios en los espacios públicos a diferencia de la sociedad dominicana donde el populismo político ha retorcido las disposiciones legales, favoreciendo así el desorden, arrabalización y el caos.
Contrariamente, en la mayoría de las ciudades de la República Dominicana, los turistas tienen que presenciar montones de basuras inhalando por sus fosas nasales desagradables y estupefactos olores.
El 18 de febrero de 2024, los dominicanos acudieron a las urnas para elegir a todos los funcionarios de los gobiernos locales (alcaldes, vicealcaldes, regidores, directores, subdirectores, y vocales en los municipios).
En total, fueron electos 158 alcaldes, 158 vicealcaldesas, 1,164 regidores y 1,164 suplentes de regidores.
En el nivel de directores distritales, hay 235 directores, 235 subdirectores y 735 vocales, totalizando 3,849 cargos.
Gobiernos Municipales
Todavía la burocracia municipal del país no ha podido resolver la problemática de la acumulación de montones de basuras en los espacios públicos.
Diariamente ciudadanos y empresas violan las leyes 176-07, que crea los municipios, la 64-00, sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, y la 225-20, sobre manejo y gestión de residuos sólidos.
¿Acaso es tan frágil la institucionalidad en la conducción de los cabildos que genera tanta irresponsabilidad ciudadana cuando se trata de preservar las ciudades limpias de basuras?
Entre muchos funcionarios municipales existe poca conciencia sobre la gravedad del problema y más que todo el grave daño que causa a la imagen nacional en el exterior.
Presupuesto de la LMD
530 millones 600 mil pesos es el presupuesto de la Liga Municipal Dominicana (LMD) en este 2024.
El presupuesto participativo municipal de San Pedro de Macorís para el 2024 fue aumentado a 50 millones de pesos, tras ser aprobado por el Consejo de Regidores del cabildo petromacorisano.
Por su dimensión geográfica e importancia política, el Ayuntamiento del Distrito Nacional, tiene un presupuesto en el 2024 ascendente a RD$5,419,454,384.00 (CINCO MIL CUATROCIENTOS DIECINUEVE MILLONES, CUATROCIENTOS CINCUENTA Y CUATRO MIL, TRESCIENTOS OCHENTA Y CUATRO PESOS CON 00/100).
Evidentemente que la población tiene que reorganizarse para no seguir lanzando indiscriminadamente partículas al pavimento que además de afectar la convivencia social en nuestras ciudades, representan un serio problema ambiental y de salubridad.
Responsabilidad
Cuidemos todos nuestros atractivos y espacios urbanos porque son la garantía para que el visitante sienta interés por desplazarse hacia este territorio caribeño.
Artículo de Manuel Díaz Aponte