Por Ramón Mercedes
El desgaste político de los dirigentes se debe a diversas causas, como la falta de conexión con la ciudadanía, escándalos de corrupción y mala gestión, así como la polarización política.
Cuando los líderes pierden el contacto con las necesidades de la población, se genera desconfianza y descontento. Además, los conflictos internos dentro de los partidos pueden crear un ambiente hostil que dificulta el ejercicio efectivo del liderazgo.
Para recuperarse y fortalecer su posición, los políticos deben establecer un diálogo abierto con la ciudadanía, mostrando transparencia y asumiendo responsabilidades. Fomentar la cohesión interna en sus partidos es igualmente crucial para presentar un frente unido.
Además, desarrollar propuestas claras y viables que aborden los problemas actuales puede revitalizar su apoyo entre los votantes. Un enfoque centrado en la comunicación y la cohesión puede ser clave para que los dirigentes superen el desgaste y se reencausen hacia un liderazgo efectivo.