España.-La salud lo apartó de los escenarios hace ya más de dos años. El sueño de aquella gira de despedida se esfumó para Enrique Bunbury, qué paradoja, tras varias noches sin dormir.
Esa tos persistente que le impedía descansar lo obsesionó, esa incertidumbre, la sensación de no saber nunca si iba a poder terminar el show del día siguiente le provocó una mezcla de tristeza y hartazgo que precipitó la decisión: se acabó la gira. Se acabaron todas las giras, de hecho.
El directo sería la excepción y no la norma. El hombre que había vivido sobre el escenario se veía, de repente, apartado de él.
El artista que se había alimentado de los aplausos y del coro del público se encerró en el estudio. Pero la necesidad de comunicarse con sus seguidores seguía ahí.
Ahora en una entrevista exclusiva con el periódico El Mundo de España, el artista habla de todo lo que ha pasado en su vida.