Manuel Díaz Aponte
Probablemente la República Dominicana sea de los pocos países donde núcleos poblacionales ignoran las advertencias y se dedican a fumar y beber alcohol en medio de una tragedia, como si se tratara de un festejo.
En “su mundo”, subestiman los reiterativos llamados de los organismos de socorro como el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), y después que ocurre un evento con saldos de víctimas “presionan y culpan” a las autoridades de lo ocurrido.
Los basureros en cañadas, ríos y arroyos reflejan la descomposición social dominicana, donde todo se politiza, incluido los fenómenos atmosféricos y más ahora que el proselitismo adquiere mayor dimensión.
En medio de la “chercha”, consumo de ron y cerveza muchos imprudentes se burlan de los operativos preventivos recurrieron a los célebres teteos, que alcanzaron notoriedad en el clímax de la pandemia de la Covid-19.
Dentro de ese ambiente cherchoso hasta consumen drogas originándose trifulcas que en ocasiones llevan luto y dolor a los hogares dominicanos.
Los titulares de algunos noticiarios televisivos contribuyen a aumentar el nerviosismo ciudadano porque se apela insistentemente al morbo informativo.
La narración de los reporteros combinada con las imágenes difundidas no deja otra alternativa que exacerbar el subconsciente humano en medio del dolor de una tragedia.
Muchos reporteros no investigan a fondo la historia encomendada y simplemente buscan entrevistar a quien le queda más cercana, pese a que la persona escogida no transmita confianza.
Hay muertes y heridos que generan estos eventos atmosféricos que son consecuencia de la falta de civismo de la ciudadanía, como, por ejemplo, el jovencito Carlos Marino Martínez de 23 años, en la provincia de San Cristóbal.
¿Qué culpa tienen los organismos de seguridad de la muerte de ese joven, quien desobedeció los constantes llamados del COE de que la ciudadanía se mantuviera resguardada mientras seguían cayendo los torrenciales aguaceros y ráfagas de vientos que originó Franklin en el territorio nacional?
La actitud temeraria e irrespetuosa de muchos dominicanos contribuye a incrementar las desgracias sociales cada vez que se origina un huracán o tormenta y cuya trayectoria impacta el territorio nacional.
En cuanto a los medios de comunicación, especialmente los noticiarios de televisión y algunos programas de variedades es importante abordar la cuestión de los fenómenos atmosféricos desde otra perspectiva noticiosa.
Algunos reporteros ingenuamente entrevistan en escenas en vivo a personajes que no responden las preguntas formuladas porque más que nada están cherchando y recurren a hablar mentiras y exagerar la situación que padecen.
Algunos se hacen pasar como “lideres comunitarios” cuando en verdad no lo son y se aprovechan de la cobertura noticiosa para tergiversar y manipular los hechos.
Ley y Orden
Todo aquel que irrespete la ley aun habiendo sufrido los estragos de una tormenta o huracán debe ser ignorado por el poder mediático que busca orientar e informar profesionalmente al país.
En ese escenario, algunos avivatos buscan sorprender a las autoridades en las cuantificaciones de los daños materiales. Por eso, es oportuno que el personal técnico del Plan Social de la Presidencia haga sus propias evaluaciones e indagatorias sobre la magnitud de cada tragedia cuantificando seriamente los hogares que efectivamente merecen la atención gubernamental.
La sociedad tiene que revisarse porque lanzando vasos plásticos y basuras a las cañadas y los ríos no iremos lejos sobre todo porque la propia naturaleza se cobra esa macabra acción, y de ahí, que sus propios hogares se llenan del lodazal y porquerías vertidos en esos afluentes.
Además, qué sentido tiene convertir una tragedia en un festín, donde el balance generado casi siempre termina en violencia y exabruptos que contaminan la imagen del país en el exterior.
De lo que sí estamos seguros es que en cada evento atmosférico que azota la República Dominicana los colmados en los barrios venden más bebidas alcohólicas que leche.
El segmento poblacional que no trabaja, ni estudia ni nada nada solo vaga alrededor del escenario de dolor y angustia buscando cargar con lo que no es suyo.
En consecuencia, los cabildos deberían destinar recursos para promover la limpieza de los sectores barriales acompañado de estímulos económicos y no esperar que se acerque un huracán para entonces limpiar las cunetas, imbornales y los sistemas de desagüe.
Protección a la ciudadanía
Aunque sectores interesados buscan politizar las tragedias que generan los huracanes o tormentas en el país, es justo admitir que las autoridades respondieron eficientemente con las emergencias presentadas procediendo a distribuir alimentos, medicinas y enseres en los hogares más afectados.
El COE en su informe sobre la tormenta Franklin cuantificó 678 viviendas afectadas y 24 comunidades incomunicadas, que incluye zonas rurales y urbanas.
Hay destrozos considerables en sembradíos en zonas productivas como Constanza, Azua, Barahona y La Vega.
Otros daños incluyen, según la relatoría del COE, 2 carreteras afectadas y dos puentes dañados. En tanto, unas 29 comunidades están incomunicadas.
Asimismo, hay 25 acueductos fuera de servicio que están afectando 261,941 usuarios y el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) restableció un 79.39% de los acueductos, afectados por el paso de la tormenta Franklin, mientras que al 84% de la población afectada, se le restableció el servicio de agua potable.
Los Comedores Económicos y el Plan Social de la Presidencia han distribuido miles de raciones alimenticias en los lugares impactados.
Jóvenes que marcan la diferencia
En realidad, existen muchos jóvenes valiosos en el país que cuando reciben la oportunidad demuestran su integridad ciudadana. Ejemplo fehaciente lo ocurrido con el ingeniero dominicano Ariel Castillo, egresado del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), quien recibió un premio global por innovación en Michigan, Estados Unidos.
Este valioso profesional obtuvo un reconocimiento por sus aportes a la innovación en la industria mundial de la construcción, en el Autodesk Construction Champions 2023.
Castillo se convirtió en uno de los ganadores del prestigioso programa anual con que la citada firma resalta a 25 innovadores de la construcción en el mundo que están originando cambios en ese sector por medio a investigaciones y creatividad.
Actualmente en el país existen muchas oportunidades para que la juventud marque la diferencia y al mismo tiempo pueda convertirse en líderes innovadores sin importar su procedencia social. Sólo falta voluntad, entrega y disciplina para obtener el triunfo.