noviembre 22, 2024

Por Odelis Matos

Abogado y especialista en temas electorales

En el umbral de las elecciones presidenciales y congresuales, y sin concluir el período presidencial 2020-2024, se observan cierta efervescencia de algunos dirigentes del Partido Revolucionario Moderno (PRM), al referirse a las aspiraciones a destiempo de candidatos para la contienda del año 2028, cuando lo atinado sería continuar solidificando la obra de gobierno del presidente Luis Abinader, quien se vislumbra como ganador del proceso eleccionario que se avecina. 

Para comprender este planteamiento, es preciso circunscribirse a experiencias internacionales, por ejemplo el caso mexicano sobre el Partido Revolucionario Independiente (PRI), anteriormente Partido de la Revolución Mexicano (PRM), —las mismas siglas que el PRM de República Dominicana, lo que parecería una coincidencia celestial—, en ese sentido es justo recordar que el PRI gobernó por 70 años consecutivos del 1930 al 2000, debido a que comprendió la sociedad mexicana, adaptándose a los cambios y manteniéndose cohesionado en torno a las figuras presidenciales en cada período gubernamental.

Sobre este particular, cabe resaltar que cuando un mandatario ganaba las elecciones por el PRI en México, todo el partido estaba pendiente a desarrollar una buena obra de gobierno, sin promocionar aspiraciones fuera de los plazos prudentes para tales fines.

Este prolongado capítulo político mexicano, debería inspirar a la autoevaluación de algunos perremeísta dominicanos que se notan un poco acelerados al promover otros dirigentes sus líderes sin ser el momento adecuado, donde lo que se recomienda es promover las buenas iniciativas presidenciales actuales como forma de garantizar el triunfo en el 2028 y así llegado el tiempo también apoyar a quien represente la mayoría para mantener la primacía en el electorado nacional. 

Así se construye un partido para permanecer gobernando más de 20 años, pensando primero en la consolidación institucional, brindando oportunidades a los compañeros que reúnan las condiciones para ocupar posiciones relevantes, pero sobre todo entendiendo la sociedad ya que es lo que fortalece y consolida una organización política.

El PRM está en su mejor época y para continuar dirigiendo la nación posterior al siguiente cuatrienio, es importante que mantenga presente íconos como José Francisco Peña Gómez por su ideología y pensamiento político, así como Luís Abinader por liderar el cambio respaldando su mandato en la pulcritud de la administración pública y ejecutando la obra de gobierno soñada por Peña Gómez.

Resulta inequívoca la evidente cohesión que existe actualmente a lo interno del PRM entorno a su líder máximo, siendo esto una garantía de que no afloraran diferencias internas al momento de pasar el bastón de relevo de manos Abinader a quien deba continuar con sus ejecutorias, en razón de que el actual Presidente de la República reúne todas las condiciones y tiene todo el respaldo de la sociedad para continuar como mandatario, y que además será un soporte indispensable para su sucesor en el 2028, por lo cual una vez concluya su segundo período presidencial, será el principal referente que  orientará las políticas públicas para continuar el desarrollo del país.

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