El ámplio esfuerzo de las iglesias es digno de imitarse
Santo Domingo.- Más allá de la enseñanza sobre la creación del mundo y los universos y en especial de su creador, las religiones son fundamentales en la historia de la humanidad.
Las enseñanzas del origen y fin de las cosas, es fundamental, para todos los seres humanos.
Hace 30 años atrás era normal, como el sistema educativo incorporaba la Formación Humana y Religiosa, como una materia más en su programa educativo.
Recuerdo que en las escuelas bíblicas nos contaban las historias de cada personaje relevante de las santas escrituras, como es el caso de María y del cómo quedó embarazada, para traer al mundo a Jesús.
Esta historia marca un significado sobre todo por el propósito del hecho en sí.
Luego otros pasajes de la Bíblia de cómo José (el esposo de María) recibe la noticia de que María estaba encinta y como procesa la información.
Este tipo de remembranzas entiendo que se debe de recrear en diversos entornos sociales.
Creo que es responsabilidad de todos fomentar el origen de la humanidad y de todas las cosas.
Es necesario invertir en la creación de obras artísticas, de acuerdo al calendario anual.
Los valores espirituales, son la clave de la preservación y respeto a los derechos fundamentales de todas las sociedades, Por lo tanto los sectores que participan constantemente por el bien de todos, les permite un amplio desarrollo, en especial en niños y adolescentes.
Por experiencia personal en el Ministerio de Mujeres Transformadas, he visto cómo sus miembros todos los años ponen en marcha una larga agenda de tareas que involucran a la familia y al público en general. Tanto en las mismas congregaciones, escuelas, mercados, semáforos, canchas, parques, zonas vulnerables, en distintas partes del país.
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