“En política, las palabras son hechos…“ y sus efectos pueden ser beneficiosos o catastróficos… “Tienen su propia densidad física y sus efectos pueden ser beneficiosos o catastróficos… y “no es verdad que las palabras se las lleva el viento… “Muy al contrario, son como rocas o piedras que pueden provocar auténticos aludes o sostener sólidas arquitecturas políticas”.
Por Rafael Méndez
Señor presidente, Luis Abinader, la cita que sirve de subtítulo a este artículo la he recogido del libro “Manipulación del Lenguaje”, que tiene como subtítulo “Breve Diccionario de los Engaños”, del abogado, político y escritor español Sartorius y Álvarez de las Asturias Bohórquez, conocido como Nicolás Sartorius.
Permíteme, señor presidente, repetirle el título y el subtítulo del este artículo: “Presidente Abinader: “En política, las palabras son hechos… “Tienen su propia densidad física y sus efectos pueden ser beneficiosos o catastróficos… y “no es verdad que las palabras se las lleva el viento… “Muy al contrario, son como rocas o piedras que pueden provocar auténticos aludes o sostener sólidas arquitecturas políticas”.
Usted, presidente Abinader, en la campaña para las elecciones del 2020 empeño su palabra, y fue reiterativo en ese compromiso ante el país, en el sentido que de resultar victorioso en esos comicios bajo ningún artificio buscaría repostularse para un nuevo mandato, y más que eso atribuyó al continuismo el origen de todos los males de la República Dominicana.
Y entre otros espacios de opinión, recuerdo que ante un productor osado y hasta un poco irreverente, usted lo desafió y le dijo que si ganaba las elecciones le llevara la grabación al Palacio Nacional, como una muestra incontrastable de que bajo ningún artificio buscaría repostularse, con lo que afirmaba que era importante respetar la alternancia en el poder y dar paso a nuevas ideas.
Vuelve el cántaro a jarro
Y como si ganara un referendo, y no unas elecciones, con su proyecto de reforma de la Constitución, el presidente Abinader, desde ya siembra las dudas, y parecería que podría “volver el cántaro al jarro” … «Y nosotros asumimos eso como un gran compromiso, un gran compromiso, para las reformas que necesita la República Dominicana, para avanzar, para eliminar la pobreza, para mejorar nuestra calidad de vida, para mejorar la salud, para mejorar la seguridad ciudadana, para mejorar nuestra educación.
«Este poder que tenemos, que este deseo de la población dominicana de que hagamos estos cambios, lo hagamos juntos. Nuestro objetivo es que en los próximos meses podamos realizar organizadamente esos cambios, y una de las primeras de esas reformas que quiero hacer es la constitucional para de una vez y por todas poner ese candado y un Ministerio Público independiente».
Es posible que algunos políticos justifiquen su cambio de postura alegando que las circunstancias han cambiado o que han surgido nuevos desafíos que requieren su continuidad en el cargo, porque si bien es cierto que las situaciones pueden evolucionar, es esencial que los líderes sean transparentes y expliquen claramente a la población las razones detrás de sus decisiones. La falta de comunicación abierta y honesta solo refuerza la percepción de engaño y manipulación.
En conclusión, la falta de palabra en la política tiene un costo alto porque erosiona la confianza en las instituciones democráticas, desalienta la participación ciudadana y daña la credibilidad de los políticos, y de ahí lo importante que tanto los políticos y la ciudadanía trabajen juntos para recuperar la confianza y fortalecer la democracia.
“Lo que el viento se llevó”
«Después de una profunda reflexión, entendí que el país está por encima de mi tranquilidad familiar o personal, por eso comunico hoy mi decisión de participar en las elecciones internas del Partido Revolucionario Moderno, para ser su candidato a la Presidencia de la República en las elecciones del 2024″.
Respecto a la búsqueda de un nuevo periodo más allá del 2028, el presidente Abinader empeña su palabra en cuanto a que su intención de reformar la Constitución no es para buscar un tercer periodo, y que «esta victoria electoral, en mi caso, es la última, porque respetaré los límites de la Constitución».