noviembre 21, 2024

Alberto Ramírez – 

La calurosa tarde de septiembre en el Santiago Bernabéu brindó un partidazo a los asistentes del Real Madrid-Real Betis, que terminó con la victoria local gracias a los goles de Vinicius y Rodrygo por 2-1. Sergio Canales logró empatar el partido, dando argumentos de por qué es uno de los futbolistas españoles más en forma, y con más clase, de toda LaLiga. Aurelin Tchouaméni se coronó con una exhibición como eje de la medular, mientras que Vinicius puso la magia y la verticalidad.

Ancelotti volvió a demostrar que esto de las rotaciones va en serio esta temporada (menos para Vini, Benzema y compañía). El Santiago Bernabéu se vino arriba al ver un centro del campo compuesto por Tchouaméni, Camavinga y Modric. El técnico italiano premió las buenas actuaciones desde el banquillo de Rodrygo, dándole la titularidad en detrimento de Federico Valverde. El brasileño, eso sí, sigue rindiendo más como revulsivo que desde el once inicial… pese a estrenarse como goleador esta temporada.

El gol llegó con un zarpazo antes de cumplirse los primeros diez minutos de partido. Una jugada con más libreta de Carletto de la que podía parecer. En una rápida salida de pelota, el esférico le llegó a David Alaba, capital en su regreso al centro de la defensa. Con un movimiento ensayado, Benzema buscó recibir en el centro del campo… y se activó la trampa: Vinicius, partiendo desde la izquierda, reaccionó al segundo al gesto del francés, se marchó en velocidad a un pase en profundidad con nieve del central austriaco. La velocidad del brasileño le dio la oportunidad y su clase le otorgó el gol. Vini aprovechó una salida algo forzada de Rui Silva para meter el tanto con una vaselina.

El fugaz extremo izquierdo es, de largo, el mejor jugador del Real Madrid en este inicio de la temporada. Vinicius la pide, Vinicius encara, Vinicius se marcha, Vinicius aprieta, Vinicius amenaza… Y cada vez marca con más facilidad. Como no podía ser menos en un partido de esta categoría, la polémica se dejó caer por el Santiago Bernabéu. En la jugada previa al gol del brasileño, el Betis pidió penalti por una acción de Dani Carvajal sobre Fekir, quien se plantó solo frente a Courtois. Las imágenes ofrecidas desde la sala VAR no fueron demasiado contundentes. Sánchez Martínez no vio falta en la infracción, aunque parecía que Carvajal trastabilló a su rival.

Valiente pese al dominio del Real Madrid, el equipo de Manuel Pellegrini cogió confianza y empató el encuentro vía Canales. Aunque medio gol habría que dárselo a Borja Iglesias. En un gesto de delantero tanque, el ‘Panda’ recibió en el área pequeña aprovechando una defensa con poco nervio de los merengues. Protegió con el cuerpo y cedió a su compañero, quien batió a Courtois con un disparo mordido que se le coló entre las piernas. A pesar de que han pasado diez años desde su marcha del club blanco, Canales no quiso celebrar el tanto respetando a la que fuera su afición.

El Madrid no se amedrentó con el empate. El partido era un partido grande por nombres y sensaciones, pero quedaba demostrarlo en el campo. A Vinicius se le marchó arriba una ocasión, mientras que Rui Silva salvó al Betis al parar un testarazo de Tchouaméni, que fue un coloso en el remate aéreo… y en el resto de campos. 10 de 10 duelos ganados para el francés, que crece a cada partido con su nueva camiseta. El dominio de los pupilos de Ancelotti era evidente, exhibiendo un buen juego ante su público. Hubo espacio para las delicatessen gracias a un caño de Modric y ruleta de Tchouaméni en la misma jugada. No hubo premio de gol y el pitido de mitad de encuentro llegó con el 1-1 en el marcador.

La segunda mitad empezó con la misma dinámica: el Real Madrid apretando y corriendo hacia la portería de Rui Silva a la mínima oportunidad. Los jugadores béticos daban síntomas de cansancio. Perdonó Benzema el tanto en el minuto 47, cuando llegó forzado a un pase de la muerte de Rodrygo. El francés se lanzó con todo, pero el balón salió tímido y flojo, permitiendo al portero portugués echar el cerrojo. Modric se sumó a los intentos con un disparo lejano, pero el Betis no se amilanó y buscó sus opciones a la contra. Fútbol de quilates en el Bernabéu.

A la mitad del encuentro, Ancelotti puso a calentar a jugadores como Valverde. Quizás, la mayor crítica que se le podía hacer a los suyos era la necesidad de atacar, sí o sí, por la banda izquierda. Vinicius empezó a dar síntomas de cansancio. Fede salió por Camavinga, el más gris del centro del campo merengue de la jornada. Carletto confiaba en el golpe a golpe para acabar imponiéndose a Pellegrini, aunque su Betis seguía dando sustos.

Segundos tardó Valverde en demostrar por qué está llamado a ser eje del Madrid los próximos años: internada y pase de la muerte a Rodrygo, que la pega de primeras, algo mordida, pero suficiente para distraer a Rui Silva y poner el 2-1 para clamor del estadio. A pesar de alguna parada de alto nivel, el portugués dio argumentos para que Pellegrini considere a Claudio Bravo su portero titular. Casi consigue el doblete el brasileño con un disparo al palo minutos después.

La intensidad no se marchó ni con la entrada en el campo de Dani Ceballos y de Toni Kroos. La idea de Ancelotti era dormir el partido, pero el Betis mordió hasta el final. El susto a última hora llegó con Borja Iglesias pidiendo penalti por una acción de Mendy. No hubo minutos para Marco Asensio, ni siquiera después de su salida frustrada en el mercado de verano. Tres puntos que confirman al Real Madrid como el equipo más hecho de la competición, único equipo de LaLiga con pleno de victorias y 12 puntos. Ancelotti solo tiene motivos de preocupación en el nivel de Karim Benzema, al que le está costando encontrar esa versión de ‘Balón de Oro’ que exhibió la temporada pasada. La confianza del italiano en su capitán, eso sí, es absoluta. Desde los despachos se opina lo mismo: nadie del mercado ofrecía lo de Benzema.

© Proporcionado por El Confidencial

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