
Por: Maike Friedrichsen, Embajadora de Alemania en República Dominicana y Ana María Díaz, Representante Residente del PNUD
Cada 8 de marzo, el mundo conmemora el Día Internacional de la Mujer, una fecha que nos evoca a reflexionar sobre los avances logrados en materia de igualdad de género, pero también para renovar nuestro compromiso con un futuro en el que todas “las mujeres y niñas, en toda su diversidad, tengan acceso a derechos, igualdad y empoderamiento”; tal como indica el tema de este año. La participación política de las mujeres es una condición indispensable para alcanzar este objetivo y consolidar democracias más justas, inclusivas y sostenibles.
En República Dominicana, si bien se han logrado avances en la igualdad de género en espacios de toma de decisión, los datos nos demuestran el trayecto que nos falta por caminar. El índice de Paridad Política (IPP), un instrumento desarrollado a través de la iniciativa regional ATENEA del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), ONU Mujeres e IDEA Internacional, señala que el país tiene un puntaje de 49.2 sobre 100, lo que indica que estamos a medio camino hacia la paridad. Si bien la dimensión relativa al poder judicial y electoral ha logrado avances con un puntaje de 62.3, otros espacios de decisión política continúan rezagados.
La representación de las mujeres en la política dominicana sigue siendo desigual. De igual manera, sigue habiendo prejuicios que perjudican a las mujeres: la encuesta de cultura democrática publicada por el Ministerio de Economía y Desarrollo (MEPyD) revela que el 57% de las personas dominicanas prefiere votar por un hombre que por una mujer.
Asimismo, la igualdad de género en el ámbito político sigue siendo un desafío crucial para garantizar una buena gobernanza: en el ámbito municipal, solo 16 de las 158 alcaldías son lideradas por mujeres. A nivel legislativo, se registró un aumento en la Cámara de Diputados donde ahora las mujeres alcanzan el 37%; mientras que en el Senado el número se mantiene en un 12.5%.